De todas las películas vistas en las últimas semanas lo que asusta es el ínfimo nivel de las producciones españolas. ¿A qué se debe esta desidia? ¿Son solo los productores? El presupuesto no es. Si se analizan, lo que se aprecia es la falta de un guión consistente como principal problema -entre otros-. No hay seriedad ni valentía a la hora de afrontar un proyecto. las direcciones también son poco eficaces. Es lógico que sea extraño que el cine español no suela brillar en los festivales del extranjero. Hay un mercadeo que es peligroso a la hora de concebir una película. ¿Por qué se ruedan estas historias? ¿Realmente España puede equipararse a algún país europeo en la actualidad? No. Pese a no haber tenido una película excelente, se salva Jaime Rosales en lo que propone, aunque no termine de ser eficaz, pero Petra está muy por encima del resto de películas vistas.
GIGANTES de Enrique Urbizu y Jorge Dorado
Aunque es una serie, el bombo que se le dio merece que se incluya, para que se aprecie que no importa si es una serie o una película, el resultado es desilusionante. Urbizu da marcha atrás en su reputada carrera. La serie codirigida junto a Jorge Dorado solo es una reunión de tópicos que no llegan a ninguna parte. En esta ocasión las interpretaciones son tan estereotipadas y exageradas que parecen rayar la parodia -salvo momentos concretos-. Producto sin empaque que lo único que consigue es que se siga viendo por curiosidad. La fotografía y la dualidad en la dirección no son nada reseñables. El ritmo brilla por su ausencia y las crueldades se quedan estancadas en personajes desdibujados.
VIAJE AL CUARTO DE UNA MADRE de Celia Rico.
Película que no deja de ser un cortometraje alargado. No posee la consistencia que ha de tener un largometraje y el buen trabajo actoral no se ve secundado por un guión que parte de una premisa interesante pero que se ahoga en una falta de desarrollo.
LAS DISTANCIAS de Elena Trapé.
Nuevamente una película que arranca de un modo sugerente pero que la misma no mantiene el pulso. El Festival de Málaga vuelve a premiar una cinta desigual. Sus personajes no son coherentes por mucho que el elenco resulte sobresaliente. El guión se queda estancado en una situación que es demoledora pero que no se desarrolla con acierto. Algo similar ya le sucedió a la directora con su primera película, BLOG (2014).
PETRA de Jaime Rosales.
Tragedia griega en el siglo XXI. Los siete puntos en los que se desarrolla la historia son muy desiguales. Los primeros 30 minutos son extraordinarios, pero tras ellos todo se ve condenado a la reiteración. La irregularidad en la narración consigue que la misma pierda consistencia. El descubrimiento absoluto es el actor Joan Botey que encarna un personaje tan desagradable como necesario. Todo el reparto está correcto y muy mesurado –a Bárbara Lennie hay que pedirle más porque tiene un talento colosal, pero todos sus personajes se parecen- La crueldad del arte, de la familia y del rencor están muy bien introducidos en esta tragedia que es acompañada por coros. La dirección de Rosales no alcanza a tener la mesura deseada y eso en un cineasta como él es extraño. No parece haber encontrado una continuidad en la propuesta y sus movimientos no dejan de ser previsibles y ajenos a la acción que se narra. Película extremadamente larga para el contenido que ofrece.
OLA DE CRÍMENES de Gracia Querejeta.
Película burda y nada resolutiva. Gracia Querejeta ha perdido el pulso en la dirección. Un presupuesto tan alto para contar una historia sin chispa es un chiste de mal gusto. Por momentos lo único que busca es perseguir a Maribel Verdú y sus escotes. Una pena que no haya ningún elemento que aporte nada. La única interpretación que merece la pena y es coherente es la de Raúl Peña. El resto del elenco se instala en un conjunto de malas decisiones -por parte de dirección, es de suponer- sin gracia alguna. ¿Por qué?
EL REINO de Rodrigo Sorogoyen.
Una historia tan reconocible -la base es Bárcenas y sus papeles- no es manejada con inteligencia. Se recurren a todos los tópicos y nuevamente la desmesura y la parodia están presentes. Dirección mareante que no consigue captar esa supuesta tensión. Interpretaciones muy flojas. Solo la banda sonora parece tener sentido.
Gusto: La frambuesa en ti.
Imagen: Tu labio mordiendo la frambuesa.
Olor: Tras tu clase de pilates.
Sonido: En la piscina cuando vienes de la ducha.
Tacto: Tu frente.
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ