“Los sueños se entierran porque la vida es dura, brutal e implacable, tatatatata…”
Podría verse como un La la Land edulcorado en versión infantil, aunque con algo menos de baile conjunto de los protagonistas y una oscuridad distinta que en el guión de Chazelle o de las historias en principio destinadas para este público vía Grimm o Andersen, y por consiguiente Disney, Pixar, etc.
La película sigue el espíritu clásico de un musical en versión animada, orientada a público infantil, aunque puede entusiasmar igualmente a público adulto (véase, la redactora de este artículo, que acabó bailando ballet con su acompañante infantil).
La película imprime un mensaje de optimismo y tesón en la tarea de perseguir los sueños, sin dejarse desmoralizar por situaciones y vivencias adversas, mala gente que camina o mala suerte puntual. Lo importante es acercarse a aquello que haga feliz, sabiendo ver y reconocer a la gente que da alas o que sopla cuando no hay aire. El viaje del héroe/ heroina, arquetipos, estereotipos y moraleja clásicos entre tutús y pliés e inventos alados, en un París de finales del XIX, que muestra la construcción Torre Eiffel o el prototipo de la estatua de “La pubertad”, con guiños a distintas películas del genero musical y de animación.
Una animación buena y una banda sonora comercial para hacer soñar a niños y hacer esbozar alguna sonrisa a adultos. Lástima salir del cine y ver que no todo es tan colorido y bailongo, y que lo bueno y lo malo no se aprecia de forma tan clara.
Atención a las clases de ballet (quien dice ballet, dice claqué), que están mejorando el negocio desde los últimos meses. De hecho será y es tendencia, según Zara, el outfit de bailarina para esta temporada. Desempolven tutús, bailarinas y lazos de raso y terciopelo, que vuelven con fuerza (y servidora, tan feliz por ello). Lo de la vertiente inventora ya es otro cantar…
Recomendable para creer en que los buenos consiguen sus sueños, al menos al otro lado de la pantalla.
Un sonido: la melodía de El lago de los cisnes de Tchaikovski. También la banda sonora más moderna y comercial (en parte porque la cantante Carly Rae Jepsen es la misma que le presta la voz a uno de los personajes, así como la protagonista de muchos de los videos de Sia, quien también interviene en la banda sonora).
Un tacto: el raso de los lazos de las zapatillas de ballet.
Una imagen: la Torre Eiffel en construcción y París, siempre bonito de ver.
Un gusto: manjares de un bar bretón al anochecer.
Un olor: el agua del Sena…