Tras un primer acercamiento al patrimonio arqueológico con la visita virtual a la ciudad prehispánica de Cihuatán, hoy os quiero guiar a Joya de Cerén, el único lugar de este pequeño país centroamericano con la catalogación de Patrimonio de la Humanidad.
La primera vez que escuché hablar de Joya fue en un pequeño artículo en el que se la mencionaba como la “Pompeya de Centroamérica”. Si os soy sincero, no me gustan en absoluto este tipo de comparaciones, y menos entre yacimientos arqueológicos, pero una vez que llegué allí, entendí perfectamente el símil.

Ante mí, se encontraba algo que jamás pensaba encontrarme, una auténtica y desconocida “Joya” para todo aquel que le guste la historia y arqueología precolombina.

Y EL TIEMPO SE DETUVO…
Pongámonos en situación. En el 600 d.C., un volcán, el Loma Caldera, entra en erupción. Muy cerca de él, se encuentra una pequeña población maya que, tras el violento suceso, cubre todas las estructuras bajo numerosas capas de ceniza, catorce en total. ¿Os recuerda a algo?
Durante siglos, esta población cayó en el olvido, entre otras cosas porque, a diferencia de Pompeya, Joya no disponía de su particular Plinio el Joven, para narrarnos el momento en el que las cenizas volcánicas acabaron con este lugar, congelándolo en el tiempo.
No fue hasta 1976, gracias a las obras de construcción de graneros por parte del estado salvadoreño, como parte de la Reforma Agraria llevada a cabo durante este periodo, cuando tras la perforación del terreno para una buena cimentación, aparecieron diversos restos cerámicos, dejando también al descubierto las primeras estructuras, en parte ya dañadas por la acción de las palas excavadoras.

Desde entonces, se han documentado once estructuras, a la espera de excavar seis más, divididas en 4 áreas, pero los trabajos continúan, estando a cargo el profesor Dr. Payson Sheets.
LA POMPEYA DE LAS AMÉRICAS
Joya de Cerén no deja de ser un pequeño poblado del fértil Valle de Zapotitán, situado cerca de la actual San José Opico.
Aunque la extensión de Joya no ha sido estimada aún debido a que los trabajos continúan, seguramente dependería del importante centro cercano de San Andrés.
Los trabajos realizados hasta el momento no sólo han permitido la recuperación de diferentes estructuras, de las que cabe destacar el temazcal, sino también, y es algo que me llamó mucho la atención, restos de milpas (cultivos) prácticamente pegadas a las casas, y evidencias de maíz, frijol, algodón, yuca, cacao o chile.



De las once estructuras descubiertas en Joya, vamos a centrarnos en dos de ellas, quizás las más representativas, la 9 y la 12.
La edificación más espectacular de este lugar, en mi opinión es la estructura nº 9, el temazcal. Su magnífico estado de conservación ha ayudado a comprender la importancia de las saunas en la sociedad maya, constituyendo el ejemplo mejor conservado de toda Mesoamérica.

El acceso se realizaba gateando por una pequeña puerta a fin de poder conservar el calor. En su interior, un banco corrido adosado a la pared, y en el techo, un pequeño orificio de ventilación. El agujero que se aprecia en la foto fue provocado por una bomba volcánica que cayó sobre el techo del edificio.

A continuación, podéis ver un temazcal representado en el Codex Magliabecchi.

Si la estructura nº 9, el temazcal, es a mi parecer el edificio más espectacular de Joya de Cerén, el que más interrogantes crea en cuanto su función es el edificio nº 12, la llamada, según los últimos estudios, la «casa de la chamana«.

“La Chamana entraba al edificio al destrabar la puerta de doble poste, y gateaba hacia adentro. Las paredes interiores del cuarto norte estaban pintadas de rojo con una banda gruesa de diseños fitomorfos, aparentemente hojas que emergían de esta. Dentro del cuarto tenía objetos que había recibido como pago por servicios realizados” (Joya de Cerén. Patrimonio Cultural de la Humanidad 1993-2013. Dr. Payson Sheets. Editorial Universitaria. Universidad de El Salvador, 2013).
Los últimos estudios del Dr. Sheets, abogan por un uso ceremonial y chamánico de esta estructura. La excepcionalidad del edificio, la decoración exterior e interior, el hallazgo de objetos relacionados con la adivinación así como lo que parecen ser ofrendas, todas ellas con un marcado carácter femenino.
A través de los hallazgos realizados en el interior, y mediante el estudio del desgaste del suelo alrededor de la estructura, los investigadores determinaron que la población acudía a la parte delantera de la casa, dejaban allí su ofrenda, y se dirigían a la zona trasera, donde existía una ventana con una celosía, a modo de confesionario, donde la «chamana» atendía a los solicitantes, realizando ya sus ritos en el interior, mediante el uso posiblemente de frijoles y desde donde daba su posterior recomendación.


Los trabajos, como comenté con anterioridad, siguen su curso. Y nuevas estructuras siguen apareciendo, entre ellas los restos de lo que parece un sacbé, o camino ceremonial.
A continuación os dejo fotos de otras estructuras del sitio arqueológico:
Joya de Cerén, es como indica su nombre, una joya patrimonial. Pero este país, más allá de la violencia y de sus problemas internos, no dejará de sorprenderos. Playas vírgenes, paisajes indómitos, volcanes, frondosas selvas, gastronomía, historia, arqueología…y sobre todo, su gente. Os enganchará como lo hizo conmigo…
El Salvador…IMPRESIONANTE!!