El silencio del traductor y el sonido del ilustrador: creando Cumbres Borrascosas

¿Cómo se concibe el proceso de traducción e ilustración de una obra clásica de la Literatura, como es Cumbres Borrascosas, por ejemplo? El silencio necesario para manejar e hilar palabras es contrario a las melodías que ayudan a concentrarse y abstraerse para crear formas mediante la imagen. Hablamos de dos formas de trabajar, del amor al Lenguaje y a la Imagen y de muchas cosas más con Fernando Vicente y Amelia Pérez de Villar, en el marco de su trabajo para la edición de Cumbres Borrascosas (Tres Hermanas Ediciones, 2016).

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FERNANDO VICENTE, ILUSTRADOR

Fernando Vicente, pintor e Ilustrador autodidacta nacido en Madrid. Colaborador desde sus inicios en revistas como Madriz o La luna de Madrid. Publica sus trabajos de forma habitual en revistas como El País y sus suplementos. Ha colaborado en numerosas publicaciones como Lápiz, Vogue, Gentleman, Rock de Lux,  etc. Además ha realizado portadas de libros y discos e ilustrado numerosos libros. Como pintor tiene cuatro series: Anatomías, Atlas, Vanitas y Venus. Su obra pictórica la puedes ver aquí. Actualmente ha ilustrado para la Editorial Nórdica, Alicia a través del Espejo, cuyo encargo surgió en el ámbito de la exposición Feliz no Cumpleaños en el Museo ABC.

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Imagen: Fernando Vicente con parte de su trabajo para la edición de Cumbres Borrascosas (Tres Hermanas, 2016).

  • ¿Eres más bien pintor o ilustrador?

Me gusta compaginar las dos cosas, de hecho llevo 30 años. Yo quería ser pintor de pequeño. Ahora hay un auge de la ilustración y la gente quiere ser ilustradora de primeras, pero cuando yo era pequeño ni se te ocurría, porque no sabías qué era ser ilustrador. Y bueno, miento, porque el mundo infantil siempre ha tenido ese hueco de la ilustración. De hecho yo he hecho alguna ilustración infantil, pero muy poquita. Yo quería ser pintor y he ido compaginando las dos cosas. Ahora la pintura está un poco de capa caída porque las galerías están, pero éste es un momento en el que hay mucho trabajo de ilustración, así que hay que aprovechar. De todos modos, yo sigo pintando porque es algo que me gusta mucho y además es una cosa que veo que se puede compaginar más o menos bien, ya que el lenguaje es parecido y la técnica es la misma. Yo uso la misma pintura acrílica para una cosa y para la otra y además, como soy un ilustrador un poco raro porque trabajo en caballete (el resto lo hacen en el tablero) pues lo que hago es quitar una madera que tengo donde pongo los dibujos, pongo un lienzo y cambio.

  • O sea que eres de paleta más que de tableta…

Sí (risas), aunque luego escaneo el original. Es una maravilla porque no hace falta que vayan al cliente o a la imprenta (muchas veces las obras no volvían o volvían estropeados). Ahora lo escaneo yo mismo y controlo la calidad del escaneo. Hemos ido aprendiendo, porque hay técnicas que no conocías y acabas comprándote un escáner profesional y ese tipo de cosas.

  • ¿No estás tentado de usar tableta?

Tengo una tableta y es lo que manejo más que el ratón, pero no dibujo con ella porque no tiene nada que ver el proceso. Los chicos jóvenes que han nacido con un ratón de ordenador, saben incluso dibujar con el mismo ratón, que es algo que a mi me parece una locura. Yo creo que depende de lo que tengas por costumbre hacer y yo estoy acostumbrado al pincel.

  • Y en cuanto a las técnicas, ¿usas siempre las mismas aunque cambies luego el soporte?

Cambiando el soporte, la técnica es acrílico o papel sobre lienzo, y es más o menos lo mismo. Lo hago en el mismo sitio con la misma luz, todo igual.

  • Para este trabajo como para otros, ¿te dan pautas o tienes libertad de creación?

En principio cuento con total libertad que es una de las cosas que a mi me gusta decir, porque hay algún cliente con el que nunca he trabajado que de repente te quiere como acotar. Este libro que presentamos es un clásico. Yo he hecho trabajado muchos clásicos, pero si trabajas con un autor vivo, lógicamente quiere intervenir y quiere decirte cosas sobre el trabajo. También me ha ocurrido alguna vez, a la hora de hacer una portada, que el autor quiera intervenir, pero generalmente tampoco es su ámbito y quieren meter muchas cosas, pero luego los llevas a tu terreno sin mucho problema. En este caso, además es la primera vez que trabajaba con Tres Hermanas. Es su segundo libro ilustrado y no ha habido ningún problema.

  • ¿Cómo te documentas para trabajar los clásicos? Has ilustrado Drácula, Sherlock Holmes…

Últimamente la verdad es que estoy «muy siglo XIX». Mira, me he venido con chorreras (lleva una camisa muy decimonónica)…

Además, también hice un libro de Jane Austen, Mansfield Park. Es una época que me gusta mucho y para la que no me ha importado nada documentarme. Me he ido documentando progresivamente porque me iban llegando encargos del mismo siglo. Ahora tengo una colección estupenda de películas porque, ¿sabes que pasa? el trabajo del director de arte de una película es importantísimo. Si ya han hecho algo trabajo por ti, ya ves casas, como eran las sillas, y dispones así de muchas referencias…

  • Sobre eso te quería preguntar… no sé si es la sensación que me daba pero al ver dibujos para esta obra, las caras y la apariencia me recordaban a Michael Fassbender en Jane Eyre (Cary Fukunaga, 2011), David Morrissey o Dominic Cooper en la versión de Sentido y Sensibilidad de la BBC (2008). 

Es posible que haya tenido fotos de ellos vestido de esa época. Sobre todo he visto muchas películas y después en internet pones «siglo XIX ropa» y salen toneladas. Hay un trabajo de la aproximación que hacen los cineastas, que a mi me interesa y me gusta mucho, además de ver las películas está muy bien.

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Ilustración de Fernando Vicente para Cumbres Borrascosas.

En cuanto al diseño del personaje de la protagonista, aunque se le ha representado de muchas maneras a lo largo del tiempo (por ejemplo, morena en la película de Lawrence Olivier), su aspecto con esa vistosa melena pelirroja, ha suscitado comentarios de los seguidores del artista y la obra literaria. Fernando Vicente quiso hacer a la protagonista con este tono de pelo por decisión estética, ya que al pintarla normalmente en campos color pajizo, evidentemente iba a destacar más que un personaje de cabello rubio, según contaba el mismo Fernando. Además, ella está «muy loca de pasión y en otros muchos sentidos», así que le queda muy bien esa estética, como si fuera un fuego encendido, además de ser un punto de atracción para el ojo. En cualquier caso, el artista reconoció que hubo conversaciones al respecto… A nosotros nos encanta el resultado.

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Ilustraciones de Fernando Vicente para Cumbres Borrascosas.

 

  • ¿Revisas a ilustradores anteriores para realizar tus encargos?

Para hacer un trabajo no, pero soy muy clásico: me gustan los grandes ilustradores americanos de los años 50 y 60.

  • ¿Algún referente que te interese más?

Pues mira, hay ahora una exposición en el Thyssen de Wyeth  (que todavía podéis ver hasta el día 19), que son un padre y un hijo. A mi me gusta el abuelo, que es el gran ilustrador clásico americano de principios del XX y finales del XIX, el que hizo unas ilustraciones muy famosas de La Isla del Tesoro, Robin Hood, etc. Ese autor me parece que es un monstruo. Eran pintores y las ilustraciones se hacían en lienzo, es un poquito anterior a Norman Rockwell pero hay unas cuantas décadas en los EEUU que son maravillosos. Rockwell me gusta mucho también.

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Imagen: «One more step, Mr. Hands,» said I, «and I’ll blow your brains out!». Ilustración de N.C. Wyeth para la edición de 1911 de La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson.

  • ¿Y en cuanto a ilustradores actuales que te inspiren?

Hay muchos, aunque no me sirven de referencia para mi obra, porque mi trabajo va por otro lado. Digamos que me gustan muchas cosas distintas. Por ejemplo, hay un chico que se llama Otto Schmidt en Rusia que hace Pin-Ups, que es un género clásico que me gusta mucho y que también practico. Hace unas chicas que me gustan mucho. También podría hablar de un ilustrador de los años 70, que no es tan reconocido como dibujante de este tipo de dibujo, pero hace unas mujeres maravillosas. Es el que hacía los carteles de las películas de James Bond, sobre todo las primeras, las de Sean Connery y que hace ese tipo de mujer que a mi me gusta mucho.

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Imagen: ilustración de Robert Mcginnis, vista aquí.

  • ¿Y de cómic actual?

Yo tengo grandes amigos en el mundo del cómic, como Javier Olivares, al que justo este año le han dado el Premio Nacional. Me gusta mucho Max, que también es amigo. Yo empecé haciendo cómic en la revista Madriz en los años 80 y lo fui dejando o el cómic me dejó a mí. No sé quién dejó a quién.

  • ¿No te apetece volver?

Tengo demasiadas aficiones: hacer Pin Ups, hacer pintura, caricatura, prensa (trabajo con El País), ilustrar libros… no me da más de sí  y además, el trabajo de cómic es muy sacrificado. Ten en cuenta que cada una de las viñetas, cuando hacía cómic, me las tomaba como una ilustración. En cada página tienes ocho o diez viñetas y es una locura.

  • ¿Cuánto tardas más o menos en hacer un dibujo?

Depende, pero más o menos, dos o tres días cada uno, sin contar el trabajo previo de estudio de bocetos, búsqueda de referencias, etc.

Esta edición de Cumbres Borrascosas está hecha en dos meses, que es un tiempo record. Me lo encargaron teniendo yo otro trabajo que tenía que acabar. Ellos querían estar en una fecha concreta con el libro y al final conseguimos cumplir los tiempos.

  • ¿Cuáles son tus referencias culturales: de música, cine, literatura?

Yo escucho música todo el día, trabajo con ella. Escucho Radio 3, porque así estoy un poco al día. Siempre me han gustado mucho The Cure, Led Zeppelin, The Who, cosas más clásicas. Y luego voy al cine, exposiciones. Intento ir a todo, pero Madrid tiene una oferta cultural desbordante.

  • Cuestionario sensitivo, para acabar…

Buff!!!… (le dejamos un poco descolocado).

Un sonido: el del campo. Tenemos una casa en el campo y el sonido que hay del crujir de los árboles, los pájaros. Te podría decir Led Zeppelin, pero no puedes pasar todo el día escuchándolo, porque te volverías loco. En cambio, estás en el campo y podrías estar todo el día escuchando esos sonidos.

Un gusto: el chocolate

Un olor: jazmín

Un tacto: la piel

Una imagen: un cuadro.

 

***

AMELIA PÉREZ DE VILLAR, TRADUCTORA

Amelia

Amelia Pérez de Villar, es traductora y escritora. Entre la amplia variedad de autores a los que ha traducido, podemos encontrarnos con Emily Brónte, Rudyard Kipling, Robert Louis Stevenson, Edith Wharton o Gabriele d´Annunzio. En su faceta de escritora, ha elaborado prólogos, artículos, así como el interesante ensayo Dickens enamorado: un ensayo biográfico (Fórcola, 2012) y acaba de publicar en esa misma editorial su primera novela: El pulso de la Desmesura.

Puedes ver un poquito más de su trabajo en su página y su blog.

  • Además de traductora, ¿qué nos cuentas de tu obra literaria propia?

He publicado un ensayo, una biografía y mi primera novela.

  • ¿Cómo afrontas la labor de cada traducción?

Al ser mi oficio, lo que hago para vivir, así que para mi está despojado de todo elemento romántico. Es verdad es que me gusta mucho y es totalmente vocacional y apasionante, pero yo me lo tomo desde un punto de vista muy profesional, así que no me planteo la dificultad. Son cosas que en un momento dado te asaltan, pero tienes un texto y lo que tienes que hacer es ponerlo en castellano lo mejor posible. Tratas de poner todos los recursos con los que cuentas, aportas tu oficio, tu experiencia, lo que sabes, lo que no sabes y tienes que aprender, porque hay que consultar mucho en el proceso, ya que nunca se sabe todo.

  • Hay mucho amor a la Literatura…

Más que a la Literatura, para mí es más amor al Lenguaje.

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Ilustración de Fernando Vicente para Cumbres Borrascosas.

  • Porque eres filóloga, claro… (risas)

Siempre defiendo que es un acto de amor hacia el Lenguaje, hacia el de partida y el de llegada. Si no lo abordas así, es complicado. Es la base de todo, es como la masa del pan.

  • ¿Has consultado o te has apoyado en traducciones anteriores de “Cumbres Borrascosas?, como la de Carmen Martín Gaite, etc…

He mirado cuatro pero no me he basado en ninguna, porque cuando ya existen, la responsabilidad recae en ti aunque no quieras, así que necesitas conocerlas. Ha habido cosas con las que he estado de acuerdo y otras no. Las versiones más antiguas tienen mutilaciones serias, las frases las han condensado, ya que la gente sabía menos. No partimos nunca del hecho que cuando una traducción la hizo una persona que vivía en 1890 o 1920, no tenía los mismos recursos que tengo yo, que a un click de ordenador ya estoy en la Biblioteca Británica, por ejemplo. Hay que hacerlo con respeto y conocerlo. Las he tenido presentes cuando hay alguna complicación o un tema en el que dudas, porque el original no está claro o es complicado o es una frase retorcida y naturalmente recurres a lo que existe para ver cómo lo han hecho. Otras veces ves que algo está mal, ves que hay un error, otras resulta curioso las soluciones que se dan y evidentemente ayuda y te pone un rasero, porque sabes que no puedes meter la pata. Es una presión grande, una responsabilidad para estar a la altura.

*Puedes leer más sobre el proceso de traducción de Cumbres Borrascosas en tres entradas del blog de Amelia, De libros y de hojas.

  • En cuanto a las traducciones que has hecho (¡hasta Peter Newel!), eres de lo más ecléctica: Henry James, Stevenson, …

Todos muertos, salvo un par de ellos…

  • ¿Tienes algún favorito entre los que has traducido?

Me ha gustado mucho traducir, para Fórcola, un libro muy cortito que se llama Los enemigos de los libros, de William Blades. Es un libro delicioso. Ha sido tan divertido y entretenido de traducir, tan gracioso… Se aprende tanto… Es un libro tan pequeño, que es impresionante cómo ha condensado sabiduría popular y sabiduría parda con un lenguaje de abuela que te enmienda la plana. Entretenidísimo. Muy recomendable.

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Imagen: Los enemigos de los Libros (Fórcola, 2016), recomendado por Espido Freire en las redes sociales. 

Salvo con Henry James, con quien sufrí traduciendo, porque es un autor complicadísimo con el que pasa algo parecido: es el favorito de la crème de la crème y te planteas lo estas haciendo bien o mal. Hay traducciones de él buenas y menos buenas, y a mí me supuso dificultades porque tenia un punto de antipatía a su estilo, no a él, sino a su forma de escribir. Siempre es un reto y desde ese punto de vista es todo un regalo y una maravilla. Hablar de favoritos, como han sido tan diversos, salvo éste que me llamó mucho la atención, porque es un «bocadín», me resulta complicado desechar y elegir.

  • ¿Eres fetichista a la hora de buscar primeras ediciones de traducciones de libros que has trabajado?

Me encanta buscar ediciones. De Cumbres Borrascosas tengo cuatro. Cuando voy a librerías de viejo me encanta buscar versiones o ediciones antiguas, por ejemplo de Mauro Armiño, que está plenamente en activo con una reputación increíble: encontrar  ahora El Molino de Floss, del que hay un montón de ediciones posteriores, con una portada totalmente pop es que es maravilloso.

  • ¿Tienes algún favorito en tu biblioteca?

Mi favorito, y tengo libros más caros y mejores que significan también mucho para mi desde el punto de vista sentimental, es el primer libro que tuve: Los Cinco se divierten de Enid Blyton. Mi tío, que era albañil, se lo encontró en una obra tirado y roto y yo lo pegué, lo forré y lo tengo con el roto en la cubierta conservado con el plástico que le puse. Un libro que yo leí con seis años y que me convirtió en lectora. Para mí es mi libro.

Ahora mismo, de más no me acuerdo, aunque tengo libros muy queridos. La semana pasada me han regalado una edición antigua de Cobre, de Carmen Conde, que  es una autora que me interesa muchísimo (tanto ella como su época) y era una edición muy bonita. Ahora mismo llevo una racha en la que he tenido tan poco tiempo libre, que no tengo capacidad de pensar, entonces me acuerdo  del primero y del último libro.

  • ¿Cómo trabajas?

Tengo que trabajar en silencio. No puedo trabajar con música con letra o clásica, porque me encanta, y si es una pieza nueva  le presto atención, así que para mí es el agua y el aceite.

  • Cuestionario sensitivo, para finalizar:

Un sonido: el silencio

Un gusto: el chocolate

Un olor: cítrico(limón)

Un tacto: el papel

Una imagen: mis hijos de bebés

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Ilustración de Fernando Vicente para Cumbres Borrascosas.

* Las imagenes del artículo han sido facilitadas por Tres Hermanas Ediciones, Fórcola Ediciones y vistas en las redes sociales de los aludidos.

4 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Marta dice:

    Me sorprende que se comente la elección del color de pelo de Catherine por parte del ilustrador (me parece perfecto como licencia artística, quedan muy bonitas las ilustraciones con ella siendo pelirroja) cuando lo que me choca de verdad a mí es, en fin, la piel de Heathcliff. «The elephant in the room». Las ilustraciones son preciosas pero creo que ha llegado la época de asumir que Heathcliff es un gitano de piel oscura, lo cual es algo muy relevante para el personaje que lamentablemente la mayoría de las adaptaciones fílmicas se encargan de «whitewashear»…

    Lamento dejar como comentario esta «crítica» pero no podía callármelo y me sorprende que a nadie más le choque. El artículo es muy interesante.

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    1. sensibvs dice:

      Gracias por tu comentario, Marta. Tienes razón en que la tendencia habitual de representación de Heathcliff es la de ser «whitewasheado». Si nos centramos para hablar de ello en adaptaciones cinematográficas, donde por cierto, hay cierta convención en representar a Catherine morena, está claro que Laurence Olivier, Timothy Dalton, Ralph Fiennes o Tom Hardy no son como imaginamos al personaje de la novela. A pesar de ello nos encontramos versiones que tampoco se amoldan a lo esperado, como el Heathcliff de «Abismos de Pasión» con guión y dirección de Luis Buñuel (1954), la versión japonesa de 1988, «Arashi ga Oka», o la más reciente de Andrea Arnold, de 2011. Al fin y al cabo, sin entrar en otras cuestiones, son licencias creativas, que en el caso del Heathcliff de Fernando Vicente, nos recuerdan a otras referencias cinematográficas, de otros páramos victorianos cercanos.
      Mil gracias por leernos. Esperamos nuevos comentarios tuyos pronto 🙂

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  2. Soy estudiante de Traducción e Interpretación y desde hace bastante tiempo tengo el sueño de ser traductora literaria. Precisamente, «Cumbres Borrascosas» es uno de mis libros preferidos y no me puedo imaginar el reto que supondrá realizar su traducción (y más al tratarse de un clásico que ya ha sido traducido previamente al español en numerosas ocasiones). En cuanto a las ilustraciones, tengo que decir que me tienen completamente enamorada. Como ha dicho Marta, me encanta la decisión de representar a Cathy como pelirroja, refleja mucho mejor la personalidad y la pasión del personaje.
    Una pequeña observación: el nombre de la autora de la serie de libros de «Los Cinco» es Enid Blyton, no Edith.
    Mis felicitaciones por un artículo muy interesante para todos los amantes del arte y de las letras.

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    1. sensibvs dice:

      Mil gracias, Indian Summer, por leernos y por tus comentarios. Disculpa el gazapo y gracias por encontrarlo:)
      Esperamos ver nuevos comentarios tuyos muy pronto.
      ¡Un abrazo!

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